No he conseguido que funcione el audio en mis publicaciones de instagram así que las instamierdas y yo nos hemos hecho amigas y nos regocijamos haciendo la croqueta en un charco de miseria sin fin. Me declaro incapaz. Y creo que me gusta. Y me quedo aquí.
NOTICIÓN: Ya tengo haters y me dicen cositas.
Transcribo porque no se oye bien:
Me complace comunicaros que ya tengo haters y eso me hace muy, muy, muy feliz porque me gusta caer mal.
Mis haters me cuentan cositas:
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– ¿Te pasa algo o vas encocada todo el día?
– Esta también mola mucho, esta mola mucho: Deja de hacer el mierda y opérate las tetas
– Te crees influencer y eres fea fea fea (sin comas). Pos vale.
– No entiendo tus vídeos, estás tarada. Te comprendo perfectamente, a mi también me pasa.
–
Podías probar a ponerte una ortodoncia, tienes los dientes horribles.
Efectivamente, eso es verdad. Pero es que me cuesta una pasta.
Era demasiado pronto para que te marcharas, pero
lo hiciste y de esa forma te quedaste para siempre. ¿Qué coño pasa
contigo? Otra vez, como cada primavera, flotas a mi lado cuando estoy
sola y tu esencia me impulsa muda, vitamínica y azul. Y no te voy a
dejar ir, no me da la gana. Porque me masticas, porque te respiro y
porque quiero que sigas sonriendo junto a mi.
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«Dile a tu
amigo que en su muerte, una parte de ti muere y va con él. Vaya donde
vaya, tu también vas. No estará solo». (Krishnamurti). Yo no se lo dije.
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Gracias @soniabarbero_735 por tu más que ayuda con la música.
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#cadaputaprimavera
Ha vuelto. Terapia #7. Cosas que no soporto
Terapia Primera Comuñón, última entrega.
Canibalismo (3 de 3)