He pasado del despertador. No llego a nada. Abro Instagram. Tengo que relajarme. Creo que estoy intensita. Hoy no puedo con la avena. Miro Instagram. Me sugestiono y siento la taquicardia. En plancha a la cama de nuevo. Reviso instagram. Me hago pis. Repito 7 veces «Estoy en paz». Me quedo dormida como una perra. No puede estar pasando esto. Tengo que entregar este proyecto ya. Cotilleo Instagram. Miccionándome mucho. Desayuno otra vez. Me lavo la cara. Vaya ojos de pangolín. Miro twitter. Se está acabando el tapaojeras. Decido no ducharme. Cierro Instagram. Me perturba mucho la nariz de Lara Dibildos. Toso y siento que ya estoy bichada. Enciendo el ordenador. La lavadora dos días sin colgar. Estoy insoportable. Abro Instagram. Se dispara la cámara delantera del móvil. Deseo que alguien me eutanasie. Hay que comprar huevos y atún. Subidón de líbido inexplicable. Voy a instagram. Niña 3 tiene piojos. Debo entregar esto ya. Mira, una madeja gigante de pelos de perro junto a la puerta amenaza con tragarme. Me cago en instagram. Intento currar. Odio la adolescencia. Venga, tres valerianas. Céntrate un poquito. Mataría por unas bravas. Miro Instagram. Decido no mirar más Instagram. Pienso en hacer un poema épico alternando aleatoriamente los tuits impares de José Manuel Soto con descripciones de productos de Ali Express. LLegado este punto ya únicamente vislumbro una salida: abro Youtube con la mirada perdida.
Sólo el poder adictivo de esta canción consigue relajarme. La puesta en escena es dantesca. La canción, hipnótica. Necesito verla una y otra vez.
Albert Hammond me inspira, empiezo a sentirme vintage. Mola decir «mola» y ahora sólo quiero hacerme fotos con el outfit de Vintalogy
Outfit completo de Vintalogy. Blazer de los 70, vestido blanco de los 80 y botas militares
Moda vintage
La vanguardia y la mirada al pasado se confunden cuando hablamos de la moda vintage, y no me gusta. No sé a ti pero me da mucha rabia cuando asumen que alguien es «moderno» si viste con ropa de hace 40 años. Cuando para muchos lo vintage se convierte en «moderno» es que no estamos entendiendo nada. Vamos a ver, si buscamos la inspiración en el pasado para vestir en el presente, será por algo ¿no?
Imprescindible en este punto definir lo que es «ropa vintage» y lo que es «ropa retro». Consideraremos ropa vintage a las prendas y accesorios confeccionados entre 1920 y 1990. La ropa vintage suele tener una calidad óptima y un precio elevado por eso nace, como alternativa de masas, la ropa retro o de «inspiración vintage». Retro define a la ropa nueva con un estilo que evoca al pasado, es decir se diseña para recordar a ropa, zapatos y accesorios vintage. Dicho de otra manera, lo vintage sería lo original y genuino, lo retro sería la réplica. La industria y el marketing han creado la moda retro para que pueda estar al alcance de todos los bolsillos.
Dicen que la tecnología y el mundo virtual tienen mucho que ver con la añoranza de modas pasadas. Pandemias y cuarentenas aparte, ya carecíamos del contacto personal físico, nos relacionábamos por medio del móvil en las redes sociales con nuestros amigos virtuales y por whatsapp con nuestros amigos reales y mientras perdemos el placer del contacto físico nuestro cerebro pide una vuelta al pasado para recuperar los pilares de las relaciones sociales, de las emociones, de la protección y la seguridad. Intentamos recuperar el pasado porque la realidad en la que vivimos está llena de cambios e incertidumbre y queremos encontrar un lugar seguro en el que resguardarnos del desasosiego de la vida moderna. Estoy convencida de que esta pandemia va a dar paso a un renacer de la moda vintage ¿Apostamos?.
La ropa vintage nos diferencia
El fenómeno de la moda vintage es intergeneracional. No sólo es tendencia entre los que sienten añoranza de su juventud reviven las modas pasadas, las nuevas generaciones recuperan los iconos de sus mayores y adoptan sus modas porque necesitan referentes, buscan significados. La tecnología, el consumo inmediato y la velocidad con la discurren nuestras vidas, potencian el regreso al pasado y el consumo de productos nostálgicos ¿A qué es debido? según Ingrid Zapica, Investigadora en la U. Central de Colombia, los consumidores encuentran en ellos “significados profundos y trascendentales, una historia más pausada, unos tiempos más reflexivos”.
Por otra parte, nos gusta sentirnos especiales y diferentes pero vivimos inmersos en la sociedad de masas donde somos uno más y todo se globaliza. Frente a esto encontramos en la moda vintage el antídoto a la mediocridad del mundo vulgar, la ropa vintage tiene alma, es auténtica y nos diferencia. Lo vintage nos permite expresar por medio de sus prendas, una visión genuina del arte y de la vida.
El uso de lo vintage es sinónimo de libertad, de no restricciones, de ausencia de fronteras porque no excluye ninguna posibilidad. Las opciones son ilimitadas y eso significa que si aquí existe algo esencial es definirte con la ropa que vistes.¡ Hola mundo! es importante recordar que las prendas vintage tienen mucho que ver con el consumo responsable: una bonita manera de bajarle las revoluciones a un mundo acelerado, porque reusar la ropa significa fabricar menos ropa nueva.