Como dicen en Teruel: Nunca digas «de este agua no beberé y este cura no es mi padre». 10 Cosas que pensé que nunca haría y que, cómo no, he acabado haciendo.
- Tener hijos (tengo 3)
- Comprarme un móvil con pantalla
- Desayunar tortitas de avena
- Tener instagram
- Pintarme las uñas de los pies
- Hacer sentadillas
- Ser mediocre
- Comer sushi
- Escuchar a La Pantoja
- Llevar sudadera gris con capucha
Y es precisamente este último punto el único que me quedaba por incumplir. Sí, todos mis principios a la mierda: ya soy totalmente mainstream
¿Dónde empezó todo? Voy a justificarme, la culpa la tiene el streetwear. Os cuento la historia:
Streetwear o moda urbana
El streetwear o moda urbana es la mezcla de ropa urbana y ropa de lujo. Se podría decir que el streetwear es polivalente y cómodo como la ropa urbana pero además refleja el estatus de la ropa cara. Sólo así se puede explicar cómo el precio de algunas sudaderas alcanzan precios astronómicos. El streetwear bebe del mundo del hip hop y viceversa y se ha convertido en una de las tendencias emergentes más decisivas y rentables de la última década en el mundo la moda. Este fenómeno, centrado en la ropa casual -zapatillas, camisetas, sudaderas- está inspirado en diferentes movimientos contraculturales que convergen en las décadas de los 80 y 90 como el graffiti, el hip-hop o la estética de los skaters.
La estrategia de las marcas que apuestan por esta fórmula es la siguiente: lanzar el producto en pequeñas cápsulas, es decir, sacan un número de prendas muy reducido, limitadísimo y así consiguen que hype por estos artículos crezca y se conviertan en objetos súper deseados y en consecuencia se eleve su precio. Vale, toca explicar qué son los Hype Beast: Son coleccionistas de ropa urbana muy cotizada, sólo compran prendas caras por el mero hecho de que son caras y porque están de moda. Es decir, les da igual el diseño y la filosofía de las marcas y solo compran los productos más codiciados y menos accesibles. Resumiendo, son los que sucumben a la estrategia de las marcas streetwear.
En España el streetwear ha crecido y se ha popularizado porque las redes sociales están jugando un papel muy importante en la difusión de la estética streetwear. Los cantantes del hip-hop y el rap son los principales referentes en las redes -los consumidores buscan, recolectan información y copian las tendencias que marcan estos artistas en Instagram y Youtube- así como el arte contemporáneo y el deporte. No obstante los ‘influencers’ de las redes sociales no están considerados como influencia entre los amantes del streetwear ya que la autenticidad en la ropa urbana está muy valorada porque siempre ha permanecido fiel a sus orígenes y no nos engañemos, la mayoría de los influencers precisamente auténticos… no son.
Pero realmente, donde quiero llegar es a desvelar la verdadera culpable de mi osadía de ponerme sudaderas grises con capucha: la democratización del streetwear. Esta popularización es un negocio millonario y se traduce en el maravilloso auge y abaratamiento de la ropa casual -principalmente camisetas y sudaderas- que la ha convertido para nosotras en algo tan imprescindible como el satisfyer. O más.
Camisetas y sudaderas
Las camisetas o sudaderas con mensaje y las de diseño u originales me fascinan porque son paradoja pura: o nos visten o nos desnudan, depende de cómo lo mires («dime qué camiseta llevas y te diré quien eres»). Hoy más que nunca, el medio es el mensaje. Esta popularización del streetwear, desde el punto de vista funcional se distingue por su polivalencia en todos los sentidos: lo mismo sirven para vender una marca, para seducir a tu crush, para protestar o para alegrar la vista. Multifuncionalidad contagiosa también a la hora de combinar un outfit: las camisetas o sudaderas te las puedes poner con vaqueros, traje o encima de un vestido. El chándal con bolso Dior, los jogger con abrigo de paño, con bragas, con faja, solo con calcetines y así hasta el infinito. ¿Las combinaciones? ilimitadas y fascinantemente descabelladas. Todas válidas.
Las camisetas y sudaderas con mensaje, siempre son portadoras de frases o palabras y se caracterizan por ser atrevidas, irreverentes, reivindicativas o filosóficas. En estas prendas se transmiten sobre todo formas de entender la vida y lo mismo transcriben el estribillo de una canción que acuñan un nuevo término que todavía no aparece en el diccionario. Cara Delavigne las puso de moda hace ya algunos años y desde entonces su crecimiento ha sido imparable. Las camisetas con mensaje aportan sello de identidad y crees que te hacen parecer diferente a los demás aunque ahora todo el mundo las lleva y paradójicamente esto te convierte en uno más. Por eso el siguiente paso es subir un nivel: la exclusividad del diseño.
Las camisetas y sudaderas originales o de diseño son a la vez tendencia y un elemento diferenciador. La ropa casual que vestimos nos permite proyectar la imagen que queremos mostrar y por eso, si optamos por llevar camisetas originales nuestra intención es diferenciarnos de la multitud y demostrar nuestra individualidad. Las camisetas originales o de diseño no tienen por qué ser caras ni sinónimo de un estatus social elevado, la premisa imprescindible es que hablen por ti y transmitan carácter, estética y personalidad que nos haga únicos. O al menos que nos haga creer que lo somos. Otro día, más sobre esto
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