Existen miles de prejuicios en torno a la ropa de segunda mano y siempre que oigo hablar de las razones por las que la gente no consume ropa de segunda mano, me pongo de muy mal humor. Que las prendas reusadas son una alternativa barata y ecofriendly a la compra de ropa nueva en grandes multinacionales, nadie es capaz de negarlo. Sin embargo, la lista de objeciones a la hora de adquirir ropa de segunda mano, es enorme.
Para mí, una tienda de ropa de segunda mano es una fábrica de inspiración. Rescatar prendas de otras épocas que no vas a encontrar en otro lugar es algo excitante, estamos ante piezas únicas. La ropa usada que allí se vende suele ser de excelente calidad y durabilidad y las posibilidades creativas se elevan al infinito porque tienes a tu alcance combinaciones de tejidos, épocas, colores, estilos y estampados que van a generar outfits maravillosos que nunca jamás habrías podido imaginar con ropa nueva. Cada prenda de ropa usada es única y cuenta una historia. Son pedacitos de vidas con los que crear nuevos cuentos con piezas sofisticadas y atemporales, la unión entre el pasado y el futuro.
Y hablando de uniones, necesito que veáis esto. ¿Qué pasa cuando encuentras una camiseta de la liga americana de rugby y la combinas con leopardo? ¡Magia! (Sigo confinada, las fotos son de la semana pasada y el outfit está creado con ropa de segunda mano de Vintalogy)
Ropa de segunda mano
Reutilizar ropa es muy habitual en países anglosajones pero en España todavía es una práctica poco conocida. Comprendo que transformar el comportamiento de los consumidores es una tarea dura pero para mi es un reto, debo intertarlo y se ha convertido en una misión que tengo que cumplir.
Una gran parte de la ropa que se fabrica actualmente termina en la basura, debido principalmente a su mala calidad. En realidad, es tremendamente barato comprar ropa fast fashion así que en el momento que el consumidor se cansa o percibe que ya no es tendencia al mes de comprarla, se deshace de ella para ir a comprar ropa nueva. No entra en nuestros planes el darle una segunda oportunidad con el intercambio, la donación o el reciclaje. La producción de ropa nueva genera unas estadísticas de contaminación y residuos que dan miedo mientras la ropa que ya no queremos termina en vertederos, es incinerada o vaga por los océanos contaminando el planeta. Tenemos un gran problema que no queremos resolver y la causante es la industria de la moda tal y como está concebida. La solución pasa por cambiar los hábitos y otorgar a la moda sostenible y la moda circular, el protagonismo y respeto que merecen.
Pero seguimos perdidos en excusas y prejuicios. Hoy me apetecía hacer memoria para recopilar todas las tonterías que he escuchado a la hora de hablar de la ropa usada. Este es el ranking de prejuicios del consumo de ropa de segunda mano. ¿Te suenan?
1- me da cosa, se la ha puesto otra persona
2- es para gente sin recursos
3- no es higiénico, me da asco
4- me niego a rebuscar en montones de ropa sucia
5- huele a rancio
6- ¿cómo voy a vestirme con la ropa de otra persona?
7- es cutre, está pasada de moda
8- no sé quién ha usado esto
9- yo puedo comprarme ropa nueva
10- No es cool
11- Nunca me gusta nada de lo que veo en estas tiendas, es ropa horrible
12- Es para gente muy joven
13- me avergüenza que la gente sepa que llevo ropa de segunda mano
¿Sigo?
Mira, no. Yo es que ya no puedo con esto.
Moda circular
El 90% de las prendas que se desechan acaban en el vertedero ¿No es un dato terrible? La moda circular defiende que las prendas y accesorios deben de fabricarse optimizando los procesos productivos, promoviendo el uso consciente de recursos, con la intención de usarse de manera responsable el mayor tiempo posible y que cuando su vida termine, el impacto sobre el medio ambiente sea mínimo.
La moda circular aplica la regla de las 3R (Reducir, reutilizar y reciclar). Las 3R pretenden desarrollar hábitos de consumo responsable y concienciar a la gente de que deben convertirse en consumidores responsables comprando menos y reutilizando más.
- Reducir: disminuir el consumo de productos que generen contaminación del medio ambiente. En este caso hablaríamos de comprar menos ropa o comprar únicamente la ropa necesaria.
- Reutilizar: Volver a usar algo. En moda circular la reutilización implica reusar la ropa vieja. bien rescatándola de tu armario y darle un nuevo aire retocándola o haciendo nuevas combinaciones con otras prendas o bien donándola para que otros puedan disfrutar de ella. las tiendas de ropa de segunda mano son un medio de reutilización a nuestro alcance.
- Reciclar: Convertir materiales de deshecho en materia prima para extender su vida útil y luchar contra la acumulación de desechos. El upcycling es el mejor ejemplo de reciclaje en moda y consiste en transformar residuos en objetos de valor en forma de prendas o accesorios de vestir.
La economía circular nos invita a reducir todos los residuos que se generan. Por lo tanto las prendas nuevas deben crearse pensando en la economía circular, una fórmula desarrollada para reducir el impacto de la industria de la moda. Pero yo sigo pensando que la ropa más sostenible es la que ya está fabricada y las tiendas de ropa de segunda mano son el ejemplo más claro de moda circular. Comprar ropa de segunda mano es reutilizar, darle una nueva vida a la ropa y además estás colaborando con la reducción de las emisiones de CO2 y el consumo de recursos que se genera al fabricar nuevas prendas.
Elige ¿cambiamos de planeta o de hábitos?