Agradecida a Koopera por haberme elegido para ser la imagen de uno de los lemas del decálogo que componen su campaña #smartproject: Visto únic@, soy únic@
Tengo que decir que me identifico al cien por cien con el mensaje que lanza Koopera porque defiende la moda sostenible y el cuidado de el planeta y de las personas sin olvidarse de que la ropa es un elemento diferenciador de la identidad personal. Con el #smartproject se quiere promover la donación de ropa usada, mentalizando a la gente para que recicle las prendas que ya no utiliza y las done a Koopera como alternativa a venderlas o tirarlas. Depositar la ropa en los contenedores Koopera es un pequeño acto de amor que va a cambiar la vida de muchas personas ya que, por una parte las actividades de Koopera tienen un fin social y por otro, se ayuda al medio ambiente. Y me gustaría muchísimo que con esto comprendiéramos que debemos aprender a consumir de manera diferente para recuperar los valores y la convivencia entre humanos y naturaleza. #smartproject nos hace reconectar con el planeta a la vez que impulsa a la acción con un imperativo que nos invita a transformar el mundo: DONA
#smartproject: un mundo sostenible
¿En qué mundo queremos vivir? partiendo de esta pregunta en Koopera descubrieron que entre todos podíamos lograr un mundo mejor. Y se pusieron manos a la obra e hicieron suya la frase «la mejor manera de acertar al predecir el futuro es trabajar para construir el futuro que quieres». Buscan a gente colaborativa que esté dispuesta a hacer pequeños gestos como llevar las prendas que ya no se pone a los contenedores Koopera y comprar ropa de segunda mano en las tiendas de la entidad. Reusando ganamos, reusando sanamos, donando crecemos. Donando construimos una sociedad sostenible.
Con un pequeño gesto puede empezar a cambiarse el mundo. Darle una segunda vida a la ropa que ya no usas es hacer que las vidas de otros cambien y sean mejores. Ayudar nos beneficia a todos y donando tu ropa contribuyes al cambio. Y aprovecho la ocasión para animarte a hacerlo, te vas a sentir mejor
Koopera es una red de cooperativas y entidades de la economía social y solidaria vinculadas a Cáritas y basadas en actividades a nivel empresarial que trabajan para conseguir integración e inclusión social (ofreciendo formación y creando empleo) a través de servicios ambientales (reutilización, reciclaje y consumo sostenible). Resumiendo, es un gran proyecto con conciencia social y ecológica que trabaja para mejorar la situación de personas que necesitan otra oportunidad. ¿Sabes lo que pienso de todo esto? Creo que Koopera está realizando una gran labor de innovación social recogiendo la ropa usada y vendiéndola posteriormente en las diferentes tiendas de nuestro país.
Medio ambiente
El consumo de ropa de segunda mano sólo tiene ventajas: se ahorran recursos, energía y contaminación industrial en la producción; Disminuye la cantidad de prendas que van directamente a la basura y disminuyen por tanto las toneladas de residuos textiles; El ciclo de vida se alarga y todo esto genera una importante reducción del impacto ambiental.
La reutilización de la ropa es una decisión sostenible para el medio ambiente y un patrón de consumo consciente y responsable, únicamente necesitamos pensar unos instantes para decidir a qué tipo de comercio queremos favorecer con nuestra compra.
Innovación social y consumo responsable
En España, afortunadamente, la tendencia del consumo de ropa vintage y de segunda mano lleǵo hace unos pocos años y se está instalando de manera definitiva. La ropa de segunda mano ya no es patrimonio de gente sin recursos. Entre el 13% y el 15% de la ropa que la gente deposita en los contenedores de Koopera, termina vendiéndose en las tiendas después de un proceso de criba, reparación e higienización. El público de las tiendas Koopera es cada vez más amplio y heterogéneo, la gente ya está mentalizándose de que el consumo responsable es una obligación social y medioambiental urgente y que además es mucho más barato que en las tiendas convencionales y se pueden encontrar prendas de gran calidad. Por otra parte, en las tiendas Koopera también se hace entrega de prendas para gente sin recursos. Cáritas les entrega cheques canjeables y ellos eligen las que quieren, en función de sus gustos. Las prendas donadas que no se pueden vender, se exportan o se reciclan para trapos, hilos… dependiendo de su estado y características y aunque el objetivo siempre es reutilizar todo, un 2% de la ropa se queda como inservible.
Sinopsis: ¿Sabes dónde se ha fabricado la camiseta que llevas y cuántos litros de agua se han necesitado para producirla? ¿Cuánta ropa tienes en el armario que no te pones y por qué la compraste? Armario sostenible es una guía que repasa la historia de la industria textil y nos revela las graves consecuencias medioambientales y sociales que acarrea la moda rápida. Además, nos introduce en el mundo de las marcas sostenibles (¡sí, existen!) y propone alternativas de consumo para que seamos más respetuosos con el medio ambiente y, al mismo tiempo, logremos mejorar nuestra relación con la moda. Incluye ejercicios que invitan a la reflexión y a poner en práctica todo lo aprendido, además de tips para alargar el ciclo vital de nuestras prendas, aprender a leer las etiquetas o evitar la tentación cuando vamos de compras. ¡Transforma tus hábitos de consumo y únete a la revolución de la vida sostenible!
Armario sostenible Editorial Zenit 260 páginas
Tengo que reconocer que escribo este post como ejercicio egoísta de memoria, para retenerlo todo y grabarlo en mi ADN, para tener un croquis en la cabeza y para capturar los datos y conceptos que aparecen en este libro. Porque Laura Opazo ha escrito un manual básico que introduce de lleno en la moda sostenible, es un quién es quién, una guía básica. Anoche me dio por pensar que la sostenibilidad debería ser una asignatura obligatoria de la ESO y Armario sostenible uno de sus libros de texto, porque nos la estamos jugando, chavalas y chavales.
¿Qué quién es Laura Opazo? es una comunicadora experta en moda y colaboradora en Canal decasa y A media luz Radio. Afirma sin tapujos: «Para ser honesta, he sido una consumidora terrible pero toda la información y la experiencia que he ido acumulando durante este tiempo me han ayudado a reflexonar y a cambiar el rumbo que estaba tomando». Si quieres conocer su día a día os recomiendo que os paséis por su instagram, está inundado de luz y buenos consejos.
Laura Opazo hace en este libro un recorrido por la industria de la moda y nos anima a transformar nuestros hábitos de consumo para replantear el modelo de sociedad en el que vivimos. La moda sostenible es dejar de producir y de consumir tal y como lo estamos haciendo y las páginas de este libro nos lo cuentan de manera concisa y didáctica, con ejercicios de reflexión y propuestas claras. Armario sostenible nos lleva de ruta por el consumo de moda a través de los últimos 80 años, nos habla de la globalización y las consecuencias del hiperconsumo como el agotamiento de recursos, el maltrato animal y la contaminación del agua y también nos hace una cronología de los acontecimientos, cumbres y pactos sobre medioambiente que han tenido lugar desde los años 60 hasta nuestros días. ¿Has oído hablar de Ellen MacArthur, Campaña Ropa Limpia, Fashion Revolution y Detox My Fashion? Son agentes de intervención que luchan por cambiar las desigualdades y excesos de la industria de la moda. Laura nos cuenta quiénes son y el porqué de sus propósitos y también nos desvela cuáles son los criterios para considerar sostenible a una marca o los diferentes tipos de fibras que conforman un tejido ¿Sabías que existe el cuero de seta, la fibra de araña y el tejido de té de kombucha? La autora nos revela alternativas de consumo que todavía desconocemos y también que tenemos que apostar por el consumo inteligente. Me ha gustado cómo este libro introduce en el mundo de las revolución sostenible a la vez que nos enseña a interpretar las etiquetas o a organizar nuestro armario para redescubrir el potencial de las prendas que ya tenemos. Algunas cosas las conocía y otras han sido un grato descubrimiento. Y tanto de unas como de otras, he aprendido algo nuevo.
El proceso de aprendizaje a veces duele porque nos muestra la realidad tal cual es y en este caso la obra de Laura Opazo es una descripción y objetiva de nuestra realidad, donde la industria de la moda atenta contra el planeta y sus habitantes sin ningún tipo de recato mientras los consumidores nos hacemos cómplices sin ningún tipo de remordimiento. Tengo grabado a fuego un párrafo terrible del libro donde habla de las consecuencias del hiperconsumo. Una de ellas es el maltrato animal y cuenta la autora que las ovejas, con la finalidad de que produzcan más lana, han sido modificadas genéticamente para que tengan la piel arrugada. Esta anomalía hace que suden más y en consecuencia corran más riesgo de contraer miasis, una enfermedad parasitaria ocasionada por larvas de mosca que anidan en las arrugas de la piel de estas ovejas. Para combatir la infección, los ganaderos se ahorran el dinero en medicamentos y mutilan sin anestesia la zona que rodea el ano, así las moscas depositan ahí sus larvas y no se perjudica el resto de la lana.
¿Conclusiones? quizás la más importante para mi es que el hiperindividualismo nos ha conducido hasta el materialismo consumista sin medida. No nos importa el planeta ni los animales, ni la explotación personas que trabajan para fabricar nuestra ropa pero paradójicamente, el consumo de moda nos arrastra a comprar prendas sin parar para uniformarnos y vestir todos igual porque necesitamos sentirnos aceptados y validados por los demás. Por una parte sólo pensamos en nosotros y por otra buscamos pertenecer a la masa ¿Qué está pasando? La identidad personal se configura en torno al consumo, las personas necesitan definir su individualidad a través de la ropa y curiosamente, es la ropa la que impide que nuestro aspecto sea diferente.
Mientras tanto, el planeta se muere porque lo estamos matando. La humanidad consume una cantidad de recursos equivalente a 1,75 planetas para satisfacer sus necesidades actuales. Si la población mundial alcanza los 9600 millones en 2050, se necesitaría el equivalente a casi 3 planetas para proporcionar los recursos naturales para mantener el estilo de vida actual. En pactos, cumbres y negociaciones internacionales flota una intención de parecer comprometidos más que en estarlo. Las intenciones de los países quedan paralizadas por los intereses de la industria y los lobbies bloquean todo camino a una legislación que penalice las irregularidades de la industria textil.
Apuesto lo que quieras a que, después de leer Armario sostenible, te rondará en la cabeza como a mí, una pregunta recurrente: ¿Qué podemos hacer para ser agentes de cambio de la revolución sostenible?
Reconectar con el planeta
Recuperar los valores y la convivencia con humanos y naturaleza
propiciar alternativas al status quo en la moda
Concienciar: el triunfo no es igual a éxito económico ni a consumismo ni a capacidad adquisitiva
Despertar de la falsa sensación de democratización del consumo
Solucionar el problema estructural del consumismo: falsa sensación de poder comprarlo todo
Recuperar el valor de las prendas: como nos cuestan poco dinero, nos resulta fácil desprendernos de ellas
Luchar contra las tendencias que nos empujan al consumo
Aprender a consumir de otra manera. estamos obligados a comprar para sobrevivir pero vamos a hacerlo de otra manera: consumo consciente + sentido común + creatividad
Educación desde pequeños: los niños y la sostenibilidad
Divulgar las consecuencias del consumo de fast fashion VS los beneficios de la moda sostenible
Y lo más importante: ser conscientes de que, como consumidores, tenemos el poder: a través de nuestras decisiones de compra podemos transformar el mundo
Cuando alguien dice que soy «fashion» me suben las transaminasas, se me altera el ciclo menstrual y tiro al contenedor de residuos biológicos las últimas reservas de fé en la humanidad que tenía guardadas para poder sobrevivir en sociedad. Me insultan en la cara y tengo que dar las gracias. Nadie entiende nada. Yo no puedo más.
1- Amarás a Amancio (Ortega) sobre todas las cosas 2- No tomarás el nombre de la moda en vano 3- Santificarás las tendencias
(…)
Mejor no sigo por aquí. Y no, no soy «fashion». Cuidar el planeta no es «ser fashion». Ser creativ@ no es «ser fashion». Ser feminista no es «ser fashion». Ser blogger no implica «ser fashion». Consumir moda sostenible es lo contrario de «ser fashion».
La fast fashion nos atrapa, nos absorbe y nos obliga a consumir sin parar. Y lo hace sibilinamente, a través de las tendencias. La moda rápida no para de producir ropa para poder vender más, de tal manera que si en los años 90 las marcas sacaban 4 temporadas anuales que coincidían con las estaciones del año, actualmente multinacionales de la fast fashion (como una que yo me sé que empieza por Z y termina por A y otra cuyas iniciales son H&M punto) producen hasta 52 colecciones anuales y las tiendas se inundan de nuevas prendas cada semana para que los consumidores aborregados sintamos que la ropa que habíamos comprado la semana anterior ya está desfasada y necesitemos tener los nuevos diseños no sea que no estemos a la moda esa semana. Cada vez que entramos en la tienda queremos ver algo nuevo poruqe nos han convertido en consumidores adictos. Adquirir nuevas prendas de moda es sinónimo de felicidad y la velocidad a la que vivimos repercute en nuestros hábitos de consumo porque lo que ayer estaba a la moda hoy es puro desfase. Ese es el juego, la rotación de colecciones: crear sin parar nuevas líneas de producto basadas en las nuevas tendencias y sustituirlas con rapidez para que la rueda no pare nunca jamás. Imprescindible (des)equilibrar el mercado: producir más para que consumamos más para vender más. O dicho de otra manera: crear yonquis de las tendencias y reventar el planeta. Escandaloso. La ONU califica la industria del fast fashion de ‘emergencia medioambiental’ y bla bla bla, que sí que ya sé que lo sabes pero, ¿sabes también que te están manipulando?
la industria de la moda conoce muy bien los patrones de conducta que le ha enseñado el marketing de consumo. Es lo de siempre, se apoderan de nuestras mentes haciéndonos creer que vamos a realizarnos como personas a través de la compra. Nos han convencido de que para ser más felices tenemos que adquirir más ropa y seguir las tendencias al ritmo vertiginoso que nos impone la fast fashion. Y aunque pensamos que la ropa en las grandes marcas de consumo es muy barata, adquirir prendas sin parar implica costes enormes: el coste social (explotación laboral de l@s trabajador@s del sector) el coste medioambiental (explotación de recursos del planeta y contaminación) el coste económico y consiguiente derroche de tu dinero porque aunque el precio de la ropa es muy bajo, adquieres ropa muy a menudo, no te la pones ni 5 veces y además la calidad de las prendas es pésima. ¿Conoces el principio de rentabilidad? el principio de rentabilidad o ROI (Return of Inversion) se calcula dividiendo el precio de la prenda entre el número de puestas por lo que una prenda de 7 euros puede ser más cara que una de 80 si te la pones solo una vez y la de 80 te la pones 12 veces. Correr desgañitada a Zara a comprar los shorts que acabas de ver en Instagram a la influencer Periquita, no te hace ser más feliz al menos a medio y largo plazo. El consumo de tendencias puede proporcionar un sentimiento de satisfacción durante unos días pero es una ilusión efímera y superficial que se desvanece porque no te define. Y lo más aterrador: esto nunca termina porque después de una colección siempre aparece otra, las tendencias tienen fecha de caducidad pero nunca paran de nacer nuevas, por eso nunca se agotan. Estamos ante un ciclo de transformación continua y el consumismo no cesa jamás.
2- ¿Qué es una tendencia?
¿Qué es una tendencia? La tendencia es lo que una masa popular de gente llevará en un futuro muy próximo, una norma no escrita que existe entre las personas a la hora de elegir su ropa y salir a la calle. La tendencia es un estilo innovador y diferente, en ropa o complementos, que queda fijado en la mente del consumidor, a lo largo de un breve periodo de tiempo, en un lugar determinado. En el momento en que una tendencia se mantiene en el tiempo ya es obsoleta, es adoptada por la plebe y por lo tanto deja de ser tendencia. Las tendencias se originan en un pequeño grupo (Influencers) que empieza a vestir o a actuar de una manera determinada y genera un inconsciente colectivo. Las grandes marcas multinacionales aprovechan las tendencias para sacar sus colecciones y vender más. Las tendencias marcan el comportamiento de los consumidores de la moda y son la gasolina de la fast fashion, el leit motiv del consumismo, la excusa perfecta para producir más prendas, el argumento con el que las marcas te atrapan para obligarte a comprar sin cesar bajo la terrible amenaza de no estar a la moda.
Existen agencias (WGSN es la lider mundial) que se dedican a la predicción de tendencias. Es decir estudian la detección temprana de tendencias a través de la investigación de varios factores de comportamiento colectivo de la sociedad. Con estos procesos de investigación consiguen identificar las tendencias de los consumidores 4 años antes de que sucedan. Estas agencias revelan sus pronósticos, previo contrato de sus servicios a través de suscripciones, para acceder a la información detallada de distintas macrotendencias que las marcas y diseñadores aplicarán a sus colecciones.
3- Las tendencias de moda
El mejor antídoto para vencer la tentación de las tendencias es el estilo personal. Vamos con un símil muy simplón. imaginemos a la industria de la moda como una gran serpiente. Las serpientes pueden ser venenosas o no serlo ¿verdad? En este caso, la serpiente de la moda es venenosa, es decir, cuando muerde te inocula su veneno, que además de tóxico, es altamente adictivo: las tendencias. A través de ellas nos inyectan la droga que nos hace consumir moda. Cuando las serpientes pierden el veneno son bastante inofensivas pero en este caso, la serpiente de la moda nunca lo pierde, ni se agota porque las tendencias son infinitas, un recurso ilimitado que se genera con una rapidez increíble y no necesita tiempo de elaboración. Es el veneno lo que hace peligrosa a la serpiente, sin él, la serpiente no es nada porque no puede controlarnos. Es por esto que las tendencias marcan el comportamiento de los consumidores de la moda y nos hacen comprarla compulsivamente. Así está montada la fast fashion, un ciclo adictivo de consumo infinito. Vamos a imaginarnos ahora que existe un antídoto contra el consumo de tendencias ¿adivinas cual es?
Venga, piensa un poco.
¿En serio no lo sabes?
El mejor antídoto para vencer la tentación de las tendencias es el estilo personal. Consumir tendencias pasajeras no ayudan a construir un estilo personal, al contrario, desdibuja nuestro estilo y emborrona nuestra autenticidad. Seguir las tendencias nos uniforma y nos nos diferencia de la masa. Como dice Laura Opazo «Lo curioso es que tenemos más opciones que nunca para vestir y, sin embargo, lo hacemos más uniformados que nunca porque nos empeñamos en seguir las tendencias que masifica la industria low cost»
4- El estilo personal
Cuando nos vestimos, nos expresamos. El estilo que caracteriza a una persona se fundamenta en la apariencia física externa que se percibe a través de los sentidos y hace único a cada individuo. La ropa, el pelo, la forma de andar, el aroma o incluso la mirada, conforman ese algo intangible que define la imagen exterior que trasmitimos: el estilo personal
Estilo y moda son conceptos que pueden confundirse pero son completamente diferentes. La moda va y viene, es pasajera. Las tendencias nacen y mueren, pero el estilo no, siempre está ahí. La moda está vigente durante un determinado período de tiempo. El estilo interpreta la moda y crea un signo que lo distinga del resto pero siempre permanece porque el estilo es independiente de las modas, es una actitud, es la manera en la que expresas tu personalidad con tu imagen a través de las prendas y accesorios. El estilo es nuestra marca, es una forma de ser recordados, de dejar nuestra huella. Habla por nosotros y nos define ante el mundo. ¿Qué ven cuando te ven?
Desarrollar tu estilo, te permitirá crear una conexión entre tu identidad personal y tu imagen física porque el estilo es lo que decimos cuando no hablamos. Definirlo, pasa por interpretar la moda y crear un signo que lo distinga del resto.
Nuestra forma de vestir tiene que ser coherente con nuestro estilo de vida y personalidad porque la imagen externa tiene que coincidir con nuestra identidad a la vez que te representa e identifica tus valores. El estilo personal nos representa, es inherente a nosotros está dentro de nuestra esencia mientras que las tendencias son impuestas y exógenas.
Las tendencias nos hacen consumir de manera irracional y se trata, no tanto de obviarlas y demonizarlas, sino de ser conscientes que pueden empujarnos a compras innecesarias y a lucir una estética mediocre aborregada. Las tendencias pueden ser herramientas útiles para fomentar e incentivar nuestra creatividad al margen del consumo desenfrenado , es decir, que nos sirvan de vehículo e inspiración para crear nuevos outfits siempre con ropa de nuestro armario, con ropa prestada o con ropa de segunda mano. repite conmigo: nunca comprar por comprar. Consumo consciente, por favor, no nos dejemos manipular más por los intereses de la industria de la moda y hagamos prevalecer nuestro criterio.
Cuando tenemos un estilo personal definido, proyectamos una imagen más clara de quiénes somos. Trabajar en nuestro estilo personal es definirnos. Nuestro estilo es el reflejo de nosotros mism@s. Eres únic@ y por eso tu estilo debe de serlo también. Estamos transmitiendo nuestra esencia a través de las prendas que llevamos puestas ¿En serio quieres camuflarte en las tendencias para ser igual que los demás?
Iba a seguir escribiendo sobre el estilo personal pero mejor lo dejo para otro día y así os describo con tranquilidad los tips para construir el estilo personal. Y como la cosa da pa mucho, creo que también contaré cositas de la marca personal y la estrecha relación que mantiene con la moda sostenible.
Nos vemos pronto. Sed buenos. No compréis. No me seáis «fashion».
Existen miles de prejuicios en torno a la ropa de segunda mano y siempre que oigo hablar de las razones por las que la gente no consume ropa de segunda mano, me pongo de muy mal humor. Que las prendas reusadas son una alternativa barata y ecofriendly a la compra de ropa nueva en grandes multinacionales, nadie es capaz de negarlo. Sin embargo, la lista de objeciones a la hora de adquirir ropa de segunda mano, es enorme.
Para mí, una tienda de ropa de segunda mano es una fábrica de inspiración. Rescatar prendas de otras épocas que no vas a encontrar en otro lugar es algo excitante, estamos ante piezas únicas. La ropa usada que allí se vende suele ser de excelente calidad y durabilidad y las posibilidades creativas se elevan al infinito porque tienes a tu alcance combinaciones de tejidos, épocas, colores, estilos y estampados que van a generar outfits maravillosos que nunca jamás habrías podido imaginar con ropa nueva. Cada prenda de ropa usada es única y cuenta una historia. Son pedacitos de vidas con los que crear nuevos cuentos con piezas sofisticadas y atemporales, la unión entre el pasado y el futuro.
Y hablando de uniones, necesito que veáis esto. ¿Qué pasa cuando encuentras una camiseta de la liga americana de rugby y la combinas con leopardo? ¡Magia! (Sigo confinada, las fotos son de la semana pasada y el outfit está creado con ropa de segunda mano de Vintalogy)
Ropa de segunda mano
Reutilizar ropa es muy habitual en países anglosajones pero en España todavía es una práctica poco conocida. Comprendo que transformar el comportamiento de los consumidores es una tarea dura pero para mi es un reto, debo intertarlo y se ha convertido en una misión que tengo que cumplir.
Una gran parte de la ropa que se fabrica actualmente termina en la basura, debido principalmente a su mala calidad. En realidad, es tremendamente barato comprar ropa fast fashion así que en el momento que el consumidor se cansa o percibe que ya no es tendencia al mes de comprarla, se deshace de ella para ir a comprar ropa nueva. No entra en nuestros planes el darle una segunda oportunidad con el intercambio, la donación o el reciclaje. La producción de ropa nueva genera unas estadísticas de contaminación y residuos que dan miedo mientras la ropa que ya no queremos termina en vertederos, es incinerada o vaga por los océanos contaminando el planeta. Tenemos un gran problema que no queremos resolver y la causante es la industria de la moda tal y como está concebida. La solución pasa por cambiar los hábitos y otorgar a la moda sostenible y la moda circular, el protagonismo y respeto que merecen.
Pero seguimos perdidos en excusas y prejuicios. Hoy me apetecía hacer memoria para recopilar todas las tonterías que he escuchado a la hora de hablar de la ropa usada. Este es el ranking de prejuicios del consumo de ropa de segunda mano. ¿Te suenan?
1- me da cosa, se la ha puesto otra persona 2- es para gente sin recursos 3- no es higiénico, me da asco 4- me niego a rebuscar en montones de ropa sucia 5- huele a rancio 6- ¿cómo voy a vestirme con la ropa de otra persona? 7- es cutre, está pasada de moda 8- no sé quién ha usado esto 9- yo puedo comprarme ropa nueva 10- No es cool 11- Nunca me gusta nada de lo que veo en estas tiendas, es ropa horrible 12- Es para gente muy joven 13- me avergüenza que la gente sepa que llevo ropa de segunda mano
¿Sigo?
Mira, no. Yo es que ya no puedo con esto.
Moda circular
El 90% de las prendas que se desechan acaban en el vertedero ¿No es un dato terrible? La moda circular defiende que las prendas y accesorios deben de fabricarse optimizando los procesos productivos, promoviendo el uso consciente de recursos, con la intención de usarse de manera responsable el mayor tiempo posible y que cuando su vida termine, el impacto sobre el medio ambiente sea mínimo.
La moda circular aplica la regla de las 3R (Reducir, reutilizar y reciclar). Las 3R pretenden desarrollar hábitos de consumo responsable y concienciar a la gente de que deben convertirse en consumidores responsables comprando menos y reutilizando más.
Reducir: disminuir el consumo de productos que generen contaminación del medio ambiente. En este caso hablaríamos de comprar menos ropa o comprar únicamente la ropa necesaria.
Reutilizar: Volver a usar algo. En moda circular la reutilización implica reusar la ropa vieja. bien rescatándola de tu armario y darle un nuevo aire retocándola o haciendo nuevas combinaciones con otras prendas o bien donándola para que otros puedan disfrutar de ella. las tiendas de ropa de segunda mano son un medio de reutilización a nuestro alcance.
Reciclar: Convertir materiales de deshecho en materia prima para extender su vida útil y luchar contra la acumulación de desechos. El upcycling es el mejor ejemplo de reciclaje en moda y consiste en transformar residuos en objetos de valor en forma de prendas o accesorios de vestir.
La economía circular nos invita a reducir todos los residuos que se generan. Por lo tanto las prendas nuevas deben crearse pensando en la economía circular, una fórmula desarrollada para reducir el impacto de la industria de la moda. Pero yo sigo pensando que la ropa más sostenible es la que ya está fabricada y las tiendas de ropa de segunda mano son el ejemplo más claro de moda circular. Comprar ropa de segunda mano es reutilizar, darle una nueva vida a la ropa y además estás colaborando con la reducción de las emisiones de CO2 y el consumo de recursos que se genera al fabricar nuevas prendas.
Si existe algo cierto en esta vida es que hay que abusar de los contrastes para no morir de aburrimiento. Reir en un funeral, bañarse en el mar vestido, comer chorizo con Nutella o cantarle al oido a tu crush «Yo tengo un gozo en el alma» (¡Grande! gozo en el alma ¡Grande! gozo en el alma y en mi ser, aleluya gloria a Dios) para ponerle banda sonora al momento erótico de la noche. Pues con la ropa, lo mismo: contrasta y vencerás. Un día de gilipollez emocional muy incapacitante, me inventé la octava ley universal y escucha bien, juro que es infalible: A pantalón corto, lo demás largo: blusa de manga larga, botas altas y pelo suelto. Un poco de vidilla, por favor te lo pido.
Nunca pensé que funcionaría tan bien este outfit de Vintalogy. Me gusta demasiado combinar estampados sin control y encima soy adicta a los colores estridentes pero en este caso apostaba por dos prendas lisas (shorts y blusa) con colores neutros. «Demasiado fácil» -pensé-«me temo que no va a tener ninguna gracia». Pero la tuvo, vaya que sí.
He aquí todas las fotos de este outfit sostenible, prendas de segunda mano para apostar por una estética atemporal boho chic
La ropa sostenible está convirtiéndose en una alternativa racional a la moda convencional y va ganado puestos día a día. Cuando adquieres una prenda sostenible estás cuidando el medioambiente, respetando los derechos laborales de los trabajadores en la industria textil, liberando al planeta de vertidos tóxicos y apostando por un estilo de vida saludable. No me canso de repetirlo, debemos concienciarnos de que tenemos el poder, un gran poder sobre la industria de la moda. Con nuestros hábitos sostenibles y decisiones de compra podemos cambiar el mundo. Apostar por las prendas sostenibles contribuye a detener la contaminación y estabilizar el planeta.
La industria textil y la fabricación de prendas son las causantes de un grave problema medioambiental que hace que el sector de la moda sea segundo más contaminante del planeta tanto por las emisiones de gases de efecto invernadero (el 8% mundial) como la contaminación por vertidos y microplásticos en el océano y las vulneraciones de los derechos humanos que se ocasionan en una gran parte de las fábricas textiles. El impacto de la fabricación de ropa en el medioambiente y en las sociedades de los países donde se producen las prendas que consumimos, está impulsando el replanteamiento del sector de la moda y la consecuente búsqueda de alternativas saludables: La moda sostenible es tendencia.
La moda sostenible ayuda a salvar el planeta y hace que la fabricación de prendas textiles sea compatible con el cuidado y la conservación del medioambiente y de las personas. En este sentido, la moda ética y el ecoconsumo están íntimamente relacionados con la moda sostenible ya que forman parte de ella
¿Qué es la moda sostenible?
La moda sostenible o slow fashion tiene como misión concienciar a los consumidores de que se pueden fabricar prendas de vestir sin vulnerar la sostenibilidad ambiental y social. Esto significa que todo su proceso de producción, desde la materia prima (obligariamente natural u orgánica o también reciclada) hasta la fabricación y distribución, debe respetar al medio ambiente. El cuidado de las personas también es fundamental las prendas sostenibles son sinónimo de justicia social y reducción de la pobreza en el mundo ya que en la cadena de producción se cuidan las condiciones de los trabajadores y se lucha contra la explotación laboral.
Es absolutamente necesaria una transformación del negocio textil. Por este motivo, nuestros hábitos de consumo pueden cambiar el mundo. Simplemente comprando una camiseta orgánica, una falda de segunda mano o dejando de comprar la gran cantidad de prendas que habitualmente adquirimos al año, podemos reducir el impacto de la fast fashion en el entorno y la sociedad y apoyar el cuidado del planeta y de las personas. Este es el objetivo de la moda sostenible, corregir y modificar nuestro consumo de ropa con el fin de apoyarlas prácticas correctas y los criterios de sostenibilidad en su diseño, fabricación y distribución.
Sostenibilidad y ropa de segunda mano
La ropa más sostenible es la que ya está fabricada por eso no hay nada más ecológico que comprar en tiendas de ropa de segunda mano. Comprar prendas de segunda mano respeta el medio ambiente y libera al planeta de contaminación medioambiental además de mantener una economía social y ser una alternativa sostenible imprescindible y el mejor ejemplo de economía circular. Por favor desterremos la idea de que comprar prendas usada o de segunda mano es cutre. Dar una segunda vida a la ropa es necesario, es inteligente, es chic y además es tendencia y si no, que se lo digan a Sarah Jessica Parker: comprar en tiendas vintage es una de sus pasiones y con motivo del lanzamiento de HBO en España en 2016, visitó las tiendas vintage de Malasaña en Madrid, donde compró un precioso vestido negro de los años 50. Para los curiosos añadiré que el vestido costó 55 euros y fue adquirido en la tienda vintage Williamsburg.
Principios de la moda sostenible
La moda sostenible se encuentra íntimamente ligada al comercio justo y la moda ética. El comercio justo es un sistema comercial solidario y alternativo al convencional que tiene como prioridad el cuidado y respeto por los seres humanos y la sostenibilidad social, económica y medioambiental. Sus principales objetivos son dignificar el trabajo, luchar contra la pobreza y conseguir el desarrollo de los pueblos a través de condiciones laborales y salarios adecuados y respetando siempre el medio ambiente. El comercio justo genera una nueva forma de consumo y está teniendo un auge importante en la última década.
La moda sostenible crea conciencia de los cambios que puede sufrir la tierra y el agua a corto, mediano y largo plazo.
Los materiales utilizados en la confección de las prendas sostenibles siempre facilitarán su reciclaje
Las prendas sostenibles son prendas amigables que protegen los recursos naturales y reducen el impacto ecológico y la huella de carbono
La moda sostenible previene la contaminación de los entornos donde están ubicadas las fábricas textiles
Las condiciones laborales y los Derechos Humanos de los trabajadores del sector de la moda siempre serán respetados
Por último, la trazabilidad textil es esencial en la sostenibilidad de las prendas nuevas porque aporta transparencia y ofrece la posibilidad de rastrear el viaje y los orígenes de los productos con los que se fabrica la prenda en todo el proceso de producción, empezando por las materias primas y finalizando con el producto terminado en las tiendas. Su finalidad es prevenir cualquier abuso de las personas o del medio ambiente.
La ropa sostenible es saludable
La moda sostenible siempre resulta beneficiosa para nuestra salud. Las prendas que compramos derivadas de la producción en masa, podrían contener sustancias tóxicas que provocan problemas en la piel o reacciones alérgicas porque las marcas textiles para abaratar cosetes fabrican sus prendas en países con políticas más relajadas en cuanto a normativas y utilizan sustancias nocivas y componentes químicos que pueden ser altamente perjudiciales para la salud. Estos componentes son potencialmente dañinos y son los siguientes:
Metales pesados. Plomo, cromo, níquel. Son altamente tóxicos muy utilizados en accesorios como cinturones, zapatos y camisetas deportivas. También en tintes.
Ftalatos Aditivos principalmente utilizados en los plásticos. Afectan al sistema hormonal y reproductivo y están presentes en bodys de bebés, botas de agua, disfraces…
Azoicos y dispersantes. Son colorantes utilizados para tintes en ropa interior de adulto y pijamas infantiles. Pueden ser carcinogénicos o alergénicos
Dimetilfumarato. Es un conservante utilizado en Zapatos y accesorios para acabar con los microbios cuando hay humedad. Muy potente y alergizante ocasiona lesiones en la piel y en el sistema respiratorio
Nonilfenoles. Son jabones utilizados para tintar las telas y están presentes en la ropa interior. Tienen sustancias corrosivas para los ojos, la piel y los pulmones. puede ocasionar edema pulmonar
Formaldehído. Es una sustancia que se emplea para repeler manchas o evitar las arrugas, prevenir la aparición de hongosy está esente en los pijamas de los niños. Cancerígeno e irritante
Por el contrario, las prendas ecológicas, o “ecoprendas”, están elaboradas con materiales naturales u orgánicos libres de tóxicos y químicos peligrosos. Estos materiales son:
piel de pescado
algodón orgánico
ortigas
bambú
fibra celulósica
piel de pescado
algas
La moda sostenible es necesaria, únete.
1- Empieza organizando tu armario y reconciliándote con tu ropa, repara tus prendas estropeadas,crea nuevas combinaciones y estilismos a partir de viejas prendas. Fomenta tu creatividad y abre tu mente, los resultados son espectaculares
2- Reutilización de la ropa de segunda mano: intercambia con amigas, compra en tiendas vintage y plataformas de ropa usada.
3- Reduce el consumo de ropa nueva, sé consciente de la importancia de un consumo responsable. Si decides comprar prendas nuevas, recurre siempre a tejidos orgánicos.
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