La cercanía a los 10K en instagram ha dilatado mi egogram y me siento influenser y divina. Creo firmemente que el espíritu de la Movida late en mí a ritmo de Radio Futura y me echo a la calle. Me siento protagonista de mi película malasañera y sospecho que la gente me reconoce. Estoy radiante, todos me miran. Por fin dejo de dar bandazos, soy un ser de luz. Confirmado, ya es certeza, sus ojos se clavan en mi porque soy famosa.

Anaclón, que no para de pedir Alhambras, me ruega por favor que deje de comportarme como una diva patética pero sé que su intención es
minarme la moral porque le come la envidia y además está borracha: soy más divina que ella y lo sabe. La pobrecita cree que tiene mucho mundo porque un día vio El príncipe de Zamunda.
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Bragas de @tezenis, vestido de @wearekling, botas @drmartensofficial, gafas @zara