Todo empezó el otro día con una crisis egocéntrica que terminó en drama preprimaveral. Y entonces pasó, sé que lo hizo el destino. Leí a Pedro Simón y fue como esa bofetada de mi madre cuando me pilló fumando a los 14 años: «Un hombre rebelde es un hombre que dice no. Y llevas ya un tiempo diciendo que sí, una y otra vez, como esos perritos de mentira que mueven la cabeza en la bandeja trasera del coche (…) Antes te ibas a beber la vida de un trago y ahora te vemos haciendo gárgaras con el Oraldine de la resignación». Eso escribe Pedro Simón. Qué grande.
Sonríes a tu jefe mientras te sodomiza la moral, publicas tus mierdas en Instagram y vas a esa fiesta con gente que no soportas para gritar silencios que son un «sí» porque el «no» no te paga la hipoteca. Por eso rezas para que tu clienta Mariví, la que después de 6 meses en huelga de simpatía casi amenaza con sonreir, deje de eructar las apasionantes anécdotas de su hijo pequeño, el que mea colonia. Quieres morirte mientras mordisqueas la pajita del mojito porque estás convencida de que, si lo haces con la cadencia exacta y durante el tiempo adecuado, segregará una sustancia rica en aminoácidos omega 3 y antioxidantes que te permitirá sobrevivir al momento.
Asúmelo, te estás haciendo vieja y el planazo del sábado por la noche se reduce a tomar leche con Cola Cao y galletas María mientras te cagas en el día que empezaste a conformarte. Y debe ser culpa de tu adicción a la valeriana que te atora y agilipolla lo justo para recordar cómo brillabas antes, cuando no te callabas, cuando los martes ya olían a viernes, la primavera empezaba en septiembre, te comías el mundo con resaca y el amor para siempre era todavía. Porque el finde que estrenabas vaqueros cabalgabas reluciente hacia el Valhalla, lanzando llamas de fuego con tu guitarra roja.
Y mientras sospechas que llevas toda tu vida de adulta haciendo un ridículo estupendo, una banda sonora mediocre murmura cosas prohibidas.
Y dices BASTA. y dices NO. Y no sabes muy bien qué vas a hacer mañana pero hoy sales a la calle con tu bolso nuevo porque huele a primavera y ha salido el sol.
Making of
Esta vez la protagonista del making of fue Caroline de Maigret y su foto en BN. Yo también quería una foto como esa, era fácil:
56 fotos después, este fue el resultado:
Y luego nos fuimos a casa. Lloré un poco.
La bandolera molona es de Fuggah . Camisa y pañuelo de Stradivarius, pantalones de Mango y botas muy old de El caballo
Como dicen en Teruel: Nunca digas «de este agua no beberé y este cura no es mi padre». 10 Cosas que pensé que nunca haría y que, cómo no, he acabado haciendo.
Tener hijos (tengo 3)
Comprarme un móvil con pantalla
Desayunar tortitas de avena
Tener instagram
Pintarme las uñas de los pies
Hacer sentadillas
Ser mediocre
Comer sushi
Escuchar a La Pantoja
Llevar sudadera gris con capucha
Y es precisamente este último punto el único que me quedaba por incumplir. Sí, todos mis principios a la mierda: ya soy totalmente mainstream
¿Dónde empezó todo? Voy a justificarme, la culpa la tiene el streetwear. Os cuento la historia:
Streetwear o moda urbana
El streetwear o moda urbana es la mezcla de ropa urbana y ropa de lujo. Se podría decir que el streetwear es polivalente y cómodo como la ropa urbana pero además refleja el estatus de la ropa cara. Sólo así se puede explicar cómo el precio de algunas sudaderas alcanzan precios astronómicos. El streetwear bebe del mundo del hip hop y viceversa y se ha convertido en una de las tendencias emergentes más decisivas y rentables de la última década en el mundo la moda. Este fenómeno, centrado en la ropa casual -zapatillas, camisetas, sudaderas- está inspirado en diferentes movimientos contraculturales que convergen en las décadas de los 80 y 90 como el graffiti, el hip-hop o la estética de los skaters.
La estrategia de las marcas que apuestan por esta fórmula es la siguiente: lanzar el producto en pequeñas cápsulas, es decir, sacan un número de prendas muy reducido, limitadísimo y así consiguen que hype por estos artículos crezca y se conviertan en objetos súper deseados y en consecuencia se eleve su precio. Vale, toca explicar qué son los Hype Beast: Son coleccionistas de ropa urbana muy cotizada, sólo compran prendas caras por el mero hecho de que son caras y porque están de moda. Es decir, les da igual el diseño y la filosofía de las marcas y solo compran los productos más codiciados y menos accesibles. Resumiendo, son los que sucumben a la estrategia de las marcas streetwear.
En España el streetwear ha crecido y se ha popularizado porque las redes sociales están jugando un papel muy importante en la difusión de la estética streetwear. Los cantantes del hip-hop y el rap son los principales referentes en las redes -los consumidores buscan, recolectan información y copian las tendencias que marcan estos artistas en Instagram y Youtube- así como el arte contemporáneo y el deporte. No obstante los ‘influencers’ de las redes sociales no están considerados como influencia entre los amantes del streetwear ya que la autenticidad en la ropa urbana está muy valorada porque siempre ha permanecido fiel a sus orígenes y no nos engañemos, la mayoría de los influencers precisamente auténticos… no son.
Pero realmente, donde quiero llegar es a desvelar la verdadera culpable de mi osadía de ponerme sudaderas grises con capucha: la democratización del streetwear. Esta popularización es un negocio millonario y se traduce en el maravilloso auge y abaratamiento de la ropa casual -principalmente camisetas y sudaderas- que la ha convertido para nosotras en algo tan imprescindible como el satisfyer. O más.
Camisetas y sudaderas
Las camisetas o sudaderas con mensaje y las de diseño u originales me fascinan porque son paradoja pura: o nos visten o nos desnudan, depende de cómo lo mires («dime qué camiseta llevas y te diré quien eres»). Hoy más que nunca, el medio es el mensaje. Esta popularización del streetwear, desde el punto de vista funcional se distingue por su polivalencia en todos los sentidos: lo mismo sirven para vender una marca, para seducir a tu crush, para protestar o para alegrar la vista. Multifuncionalidad contagiosa también a la hora de combinar un outfit: las camisetas o sudaderas te las puedes poner con vaqueros, traje o encima de un vestido. El chándal con bolso Dior, los jogger con abrigo de paño, con bragas, con faja, solo con calcetines y así hasta el infinito. ¿Las combinaciones? ilimitadas y fascinantemente descabelladas. Todas válidas.
Las camisetas y sudaderas con mensaje, siempre son portadoras de frases o palabras y se caracterizan por ser atrevidas, irreverentes, reivindicativas o filosóficas. En estas prendas se transmiten sobre todo formas de entender la vida y lo mismo transcriben el estribillo de una canción que acuñan un nuevo término que todavía no aparece en el diccionario. Cara Delavigne las puso de moda hace ya algunos años y desde entonces su crecimiento ha sido imparable. Las camisetas con mensaje aportan sello de identidad y crees que te hacen parecer diferente a los demás aunque ahora todo el mundo las lleva y paradójicamente esto te convierte en uno más. Por eso el siguiente paso es subir un nivel: la exclusividad del diseño.
Las camisetas y sudaderas originales o de diseño son a la vez tendencia y un elemento diferenciador. La ropa casual que vestimos nos permite proyectar la imagen que queremos mostrar y por eso, si optamos por llevar camisetas originales nuestra intención es diferenciarnos de la multitud y demostrar nuestra individualidad. Las camisetas originales o de diseño no tienen por qué ser caras ni sinónimo de un estatus social elevado, la premisa imprescindible es que hablen por ti y transmitan carácter, estética y personalidad que nos haga únicos. O al menos que nos haga creer que lo somos. Otro día, más sobre esto
Bolso Bag&Block aquí en La Shop, Sudadera de Primark, jogger de H&M, abrigo de Stradivarius, botas Doctor Martens
El día que publiqué esta fotografía en Instagram intenté justificar la moñada tumblr del corazón. Argumenté, con un texto absurdo, que sentía amor por el viernes pero mi conciencia sigue regurgitando vergüenza. Me siento sucia y necesito redimirme, por eso te lo cuento. Vivo desde entonces como un ser atormentado pensando que si Baudelaire y Rimbaud vieran esta imagen tan cuqui, vomitarían y se defecarían en mi cuenta de Instagram con deposiciones malditas previo bloqueo.
«Escribe, joder. Escribe sobre lo que quieres vender para que tu blog se posicione, no vayas de escritora-maldita-loca-del-coño ni des la turra con mierdas existenciales» me dice mi SEO particular, para rematar .
A ver SEO, vete un poquito a la mierda. Me conoces y sabes que voy a divagar porque hablar de las mamarrachadas mediocres de mi existencia es lo único que da sentido a la ídem. Y además me pone que no veas. También sabes que el imperativo del verbo escribir encierra peligros infinitos y ocultos porque mi mente es un vertedero de procrastinación y puedo empezar escribiendo sobre faldas midi y terminar cagándome en las cenefas de frutas de los azulejos de cocina (de la mía no, que no soy tan hortera).
El tema es que esto me hace plantearme sobre qué escribo, de qué va este blog. Y las preguntas me persiguen y me martirizo preguntándome qué hago, para qué coño lo hago, hacia dónde voy, quien soy y cómo me llamo Y descubro que no lo sé. Y luego me obsesiono y no puedo parar de cantar la canción del osito Misha y me asaltan dudas sobre qué talla de copa menstrual utilizaría Sansa Stark mientras miro en la publi del Carrefour la oferta de la Mahou ***** y termino buscando en Google cuales son los síntomas de la bartolinitis.
Por eso hace un par de horas me dije: «Nena, eres una desubicada. Hazte una lista de palabros y frases en plan brainstorming que definan los contenidos de tu blog. A lo mejor así vas y te centras» Y este es el resultado:
Lista de palabros y frases a modo de brainstorming que definen el contenido de mi blog
Blog de moda
Blogger de moda
Blogger española
Blog de moda low cost
Moda diferente
Complementos de moda originales
Cosas molonas
Cómo no ser una influencer
Crónicas de una anti influencer
Voy de bloguera rebelde y me hago fotos con corazoncitos moñas
Soy creativa y vivo en el caos
Blog de mierda
A veces escribo mis dramitas
Estudié periodismo y no se pa qué coño
Me siento rara
En dos meses es mi cumpleaños
Qué coño he hecho con mi vida
Me cago en tó
Me voy a hacer un Carmina Ordoñez
Joder, joder
Y en este punto, para ayudar, mi meja David me acaba de enviar una maravilla, el acto de amor más patético y degradante que jamás nunca nadie se ha atrevido a perpetrar por mi. Sube volumen. (Edito, me está diciendo David que ponga que canta fatal a propósito, desde la ironía y el asco vital y sólo para hacerme reir , no sea que algún listo piense que la cosa va en serio)
Pero el tema es que sigo sin saber sobre qué voy a escribir. Tampoco sé por qué en facebook me envían fotopollas. Esto no es un blog de moda, ni de humor, ni de arte. Esto va más allá de la experiencia sociológica de convertirme en mamarracha maldita. A lo mejor esto sólo va de normalizar mis mierdas.
“Ser maldito es no encontrar tu lugar en el mundo, no soportar la vida y no soportarte a ti mismo. De alguna manera todos somos escritores malditos” dijo Rosa Montero.
Publico con retraso y sin muchas ganas. El turrón, las luces, las gambas y la felicidad me dan flojera. Este año, más que nunca, he odiado felicitar la Navidad y por eso he decidido delegar esta absurda obligación social en Lolo, Chui y Connor, mis hijos perros.
Pero en Nochevieja no fui capaz de escaparme y tuve que lanzar desde instagram un mensaje oficial de paz, concordia y próspero año nuevo. He aquí el brindis, con todo mi amor
Me abstengo de extenderme con detalles navideños mediocres así que supongo que no queda otra que dar las gracias por sobrevivir a otras Navidades felices. Feliz 2020 queridxs, que la fuerza del mazapán os acompañe todo el año.
Queda inaugurada oficialmente La Shop, mi tienda on line donde encontrarás los objetos y complementos más fuckshion con categoría de arte. Aviso, no es apta para aburridxs. Y como la mejor manera de empezar es por el principio, os presento el origen de esta idea: el bolso más bonito del mundo. El bolso bagandblock está hecho con bloques y te permite crear tus propios diseños para que lo combines con lo que llevas puesto y des rienda suelta a tu creatividad. Además es compatible con piezas de Lego, Megablock y otras marcas estándar.
Poco a poco iré incorporando más productos únicos porque a partir de hoy tengo una misión que cumplir: no dejar de sorprenderte.
Y ahora, mirad:
Lo malo de celebrar esto de La Shop y hacer fotos para el blog al mismo tiempo, es que cuando vas a seleccionar las imágenes descubres que es imposible distinguir las buenas de las del making of porque todas son making of. Terrible y muy maravilloso.
Gracias Bar Picnic por ser el más bonito de Malasaña y dejarme subir a tus sillones
El bolso lego de Bag&Block lo encontrarás aquí en La Shop. Mono de polipiel y cinturón de Bershka, calcetines de Calzedonia sandalias de Mango, collar de cerezas amarillas de Mind and Tangle, pulsera de cadena dorada de finales de los 80.
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