Recurro a drogas duras como la valeriana Leo o el
Biendormir de Hacendado pero pasan los días, hace un frío de cojones,
llueve y la gente mala intenta dejarme ciega con sus paraguas mientras
en Facebook, los machirulos de pollitas traviesas son legión. Mis
fantasmas del pasado se han hecho colegas de los del presente y juntos,
por las noches, me aprietan los ojos desde dentro. A veces, intuyo un
extraño picor en la válvula mitral, como de tanga sintética de Primark y
siento miedo y ganas de vomitar cuando veo un fachaleco. Y también me
aburro y magnifico mi vulgaridad como si estuviera en Gran Hermano. Y no
quiero seguir, me carga copiarme a mi misma y ya va siendo urgente que
me invente otras cositas, que tire de otras referencias porque esto otra
vez es lo de siempre y me estoy convirtiendo en un coñazo insufrible.
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Canción Vueltas y vueltas/ Gabinete Caligari